El objetivo es convertir recursos en obras reales, con menos riesgos de retrasos e inconsistencias.
El sistema de regalías entrará en una nueva etapa de control y trazabilidad, luego de que el Departamento Nacional de Planeación expidiera la circular 0032-4, un instructivo que redefine el seguimiento a proyectos financiados con estos recursos, buscando que las obras se ejecuten de manera oportuna, completa y con verdadero impacto territorial.
Según explicaron desde la entidad, su intención con este cambio es fortalecer el Sistema de Seguimiento, Evaluación y Control y elevar los estándares de vigilancia en todas las fases de ejecución y garantizar que los recursos públicos se usen de forma eficiente y transparente, evitando que caigan presos de la corrupción.
La circular introduce un cambio clave y es que desde el primero de enero de 2026, la información registrada en Gesproy sobre avances no podrá modificarse de forma repetitiva. Esto con el fin de generar una barrera diseñada para blindar la confiabilidad del seguimiento, evitar alteraciones injustificadas y “reducir inconsistencias en el sistema” y garantizar que los datos reflejen la realidad de obra, tiempo y presupuesto.
Además, la medida indica que las correcciones solo aplicarán para períodos registrados desde esa fecha, lo que blinda la información futura y proyecta un control preventivo. Así mismo, la circular señala que los cambios tendrán efectos en el Índice de Gestión de Proyectos, indicador que mide el desempeño de las entidades ejecutoras frente a metas, cronogramas y calidad del reporte.
Para el director de Seguimiento, Evaluación y Control del SGR, Carlos Uriel Manrique, “la expedición de esta circular está alineada con nuestra misión: transformar vidas en los territorios a través de proyectos en sectores clave para disminuir brechas como educación, salud e infraestructura. Para lograrlo, es fundamental usar todas las herramientas que nos otorga el Sistema, pensando siempre en el bienestar de las comunidades”.
La norma fortalece también las responsabilidades previas al inicio de cada obra y durante su ejecución, dado que las entidades deberán verificar información, reportar avances con periodicidad, registrar cambios justificados y alertar sobre cualquier irregularidad; así mismo, el registro debe basarse en evidencias verificables, lo que agrega un nivel adicional de exigencia documental para asegurar la trazabilidad del gasto público.
Desde Planeación Nacional se dejó claro que acompañarán el proceso con seguimiento permanente a lo que se registre en el sistema, visitas de verificación en terreno y acceso a información que permita validar físicamente el avance de las obras. A ello se suma una oferta de asistencia técnica para orientar a las entidades y mejorar el desempeño de los proyectos.
Por otra parte, la circular enfatiza que elevar el estándar de vigilancia es una herramienta para asegurar que el dinero de las regalías se traduzca en resultados concretos y recalca que el propósito es “contribuir al desarrollo social del país”, apoyando proyectos estratégicos en educación, salud e infraestructura, especialmente en territorios donde las brechas históricas son mayores.
Desde la perspectiva institucional, el ajuste también plantea un desafío operativo para los ejecutores; quienes deberán gestionar proyectos con datos más estrictos, tendrán menos margen de corrección y una mayor fiscalización técnica; que les exigirá más rigor interno y mejor capacidad administrativa.
Sin embargo, Planeación destaca que este fortalecimiento permitirá identificar problemas con mayor rapidez, evitar retrasos y garantizar que las obras avancen según el cronograma previsto, lo que contribuye a la eficiencia colectiva del sistema.
“Con estas medidas, el DNP fortalece el control a la ejecución de los recursos públicos y reafirma su compromiso con que cada peso de las regalías se traduzca en obras oportunas, bien ejecutadas y en mejores condiciones de vida para las comunidades de todo el país”, destacaron en un comunicado.
En la práctica, el cambio implica que la trazabilidad será más estricta y las cifras de avance estarán sometidas a un escrutinio permanente, orientado a garantizar resultados. La circular interpreta esta medida como una mejora estructural del sistema de regalías, que permitirá asegurar que los recursos asignados se ejecuten con mayor transparencia y orden administrativo. Así, el fortalecimiento del control no solo protege el uso de los recursos, sino que también busca multiplicar su impacto real en la vida de los territorios.