El 2026, un año clave para fortalecer la confianza inversionista en Colombia.
El CEA dijo que hay sectores con alto potencial como el agro, servicios, tecnología y energía.
Aunque persisten desafíos asociados al contexto político y fiscal, se prevé que la atracción de inversión extranjera directa (IED) y el crecimiento económico estén impulsados por áreas estratégicas que mantienen al país como un destino relevante para los capitales internacionales.
“Los inversionistas estadounidenses siguen viendo en Colombia un país con talento, capacidad productiva y sectores con gran potencial. Pero para que estas oportunidades se concreten, es necesario contar con un entorno predecible que dé seguridad a las decisiones y proyecciones de mediano y largo plazo. Este será un año clave para fortalecer la estabilidad regulatoria y conservar la confianza empresarial, elementos esenciales para dinamizar la economía y proyectar al país como un socio estratégico en la región” afirmó Ricardo Triana, director ejecutivo del Consejo de Empresas Americanas (CEA Colombia).
En esta línea, el CEA Colombia destaca que sectores como el agro, los servicios basados en conocimiento, la tecnología y la energía tienen un potencial significativo para atraer inversión, gracias a su capacidad de generar valor agregado, impulsar economías regionales y fortalecer la competitividad nacional.
Para que estas oportunidades se materialicen, será clave contar con reglas estables, institucionalidad sólida y confianza en el entorno regulatorio, especialmente en un año electoral que influirá directamente en las perspectivas de mediano y largo plazo para las operaciones empresariales en el país.
Sin embargo, este panorama de oportunidades convive con desafíos que podrían moderar el ritmo de llegada de nuevos capitales. La OCDE advierte que el déficit fiscal seguirá siendo un punto crítico en 2026.
Aunque se espera una ruta de consolidación, el país permanecería por encima del 4% del PIB debido a la suspensión de la regla fiscal.
Este contexto demanda decisiones responsables que fortalezcan la certidumbre, mantengan la estabilidad macroeconómica y permitan que Colombia aproveche plenamente su potencial de crecimiento.
En cuanto a las proyecciones económicas, la ANIF estima un crecimiento del PIB de 2,8% en 2025 y 3,0% en 2026, impulsado por la recuperación gradual de la actividad productiva.
La inflación cerraría en 5,1% en 2025 y descendería a 4,5% en 2026, contribuyendo a mejorar las condiciones financieras.
En esa misma línea, la tasa de política monetaria se ubicaría en 9,25% a finales de 2025 y en 8,25% durante 2026, favoreciendo el acceso al crédito.
Para el sector financiero, se proyecta que la cartera bancaria crezca 5,1% en 2025 y 6,3% en 2026, consolidando su recuperación.
La OCDE también destaca que el entorno externo continuará influenciado por restricciones de oferta y alta incertidumbre global, manteniendo las exportaciones colombianas en niveles moderados.
El organismo recuerda que el 28% de las exportaciones nacionales se dirigen a Estados Unidos y están sujetas a una tasa arancelaria efectiva cercana al 5%, por lo que cambios en la política comercial estadounidense podrían influir en la dinámica bilateral.
Además, las limitaciones internas en la producción de petróleo y minería seguirán restringiendo el aporte del sector externo, aunque el aumento en los precios del crudo podría fortalecer los ingresos fiscales y atraer nuevas inversiones en producción.
Desde el CEA Colombia se reafirma el compromiso de seguir fortaleciendo la relación económica bilateral entre Colombia y Estados Unidos, y de acompañar a los inversionistas en la identificación de oportunidades de alto impacto.
De cara a 2026, será esencial promover la estabilidad institucional, la confianza empresarial y la seguridad jurídica para aumentar la competitividad del país. En este contexto, también será clave continuar impulsando el bilingüismo, una capacidad que potencia el talento local y facilita una integración más efectiva con los mercados internacionales.
Con una colaboración sólida entre el sector público y privado, Colombia cuenta con los elementos necesarios para consolidarse como un actor relevante en la región y un destino atractivo para la inversión sostenible.